Hoy domingo ¿quién proclamará el evangelio? ¿quién predicará el sermón? ¿quién nos dará la paz y la comunión? Sin autoridad ninguna diré algunas palabras en nombre de aquél que ya no está y ya no es.
Confieso que he pecado. La partida de un ser querido siempre nos hace recordar cuán lejos estamos los unos de los otros. Mas no me refiero a la distancia física, si no a la distancia espiritual. A través de las redes sociales compartimos lágrimas y risas que se evaporan en un instante. Pero ¿cuándo fue la última vez que tomamos el teléfono para saludar y escuchar la voz de un ser querido? ¿Cuándo fue la última vez que sacamos un rato de nuestro ocupado tiempo para visitar a un amigo enfermo, un familiar en la cárcel o simplemente hablar con alguien que necesita compañía?
Confieso que he pecado. Hace mucho tiempo dejé de ir a la iglesia. Me cansé de la hipocresía o mejor dicho, me cansé de ser hipócrita. No soy ateo y tampoco pienso que los que practican la religión de buena fe son hipócritas. Todos tenemos derecho a buscar nuestra paz espiritual. Simplemente creo en quienes practican las palabras de Jesús y no en aquellos que solo las repiten. Así que vivo mi vida tratando de amar al prójimo sin juzgarlo y sin condenarlo.
Confieso que he pecado. No pienses que por que me ves reír soy feliz. No pienses que porque me vez llorar soy desdichado. Lo que ves a simple vista es solo el reflejo de un momento fugaz. Preocúpate en conocer lo que verdaderamente hay dentro del corazón de cada ser humano. Solo así descubrirás el verdadero significado de lo que es el amor, la amistad y la familia.
Confieso que he pecado porque no creo en el pecado. Simplemente soy humano. Caigo y me levanto. A menudo cometo errores y los corrijo cuando puedo. Pero no me juzgo. Como tampoco juzgo a los demás cuando caen y se levantan. Simplemente soy. Simplemente vivo. Y soy agradecido porque hoy puedo escribir estas absurdas palabras para tratar de preservar la memoria de alguien que ya no está con nosotros en el plano material; alguien por quien hoy lloro pero por quien mañana me regocijaré.
Que la paz sea con todos ustedes. Yo seguiré buscando la mía…
In Memoriam – Padre Jamie Medina Cruz