Sensibilidad, compasión, empatía, solidaridad, remordimiento, piedad. Estas palabras y sus sinónimos están desapareciendo de nuestro vocabulario. Las encontramos en el diccionario o a través de Google, pero somos incapaces de repetirlas y practicarlas en nuestra vida diaria. Hace unos días leí el reportaje La fiebre de matar del periodista Benjamín Torres Gotay. En el reportaje se describen recientes asesinatos que podrían clasificarse como “muertes sin sentido” (no es que los asesinatos tengan sentido; es que hay algunos que el sentido común no puede explicar). Al terminar de leer no dejaba de preguntarme, ¿qué podemos hacer?.
Aunque el periodista cuenta eventos occurridos en Puerto Rico, la violencia sin sentido no es una realidad única de nuestra Isla. Hace poco más de un año un incidente de violencia en una escuela de Florida recorrió los medios internacionales. Se trataba de un joven de 15 años (Wayne Treacy) quien, armado de una botas con punta de metal, la emprendió a patadas contra una estudiante (Josey Lou Ratley).
¿Cuál fue el motivo? Wayne estaba molesto con unos mensajes de texto que Josey le envió. La joven, también de 15 años, a penas sobrevivió el ataque y sufrió daño cerebral permanente. Estas fueron las palabras que pronunció el Sheriff Al Lamberti luego de arrestar al atacante:
He was kicking her in the head soccer style at that point,” Sheriff Lamberti said. Soon after the attack, deputies took Treacy into custody. Lamberti said that Treacy didn’t show remorse. “It seems we have a culture of callousness with our kids,” he said. (Miami Herald, 19 de marzo de 2010).
Se refería el Sheriff a la insensibilidad o a la falta de sentimientos que demostró el muchacho antes, durante y después del brutal ataque.
Las palabras que se pronuncian solo por repetirse, no producen cambios en el comportamiento humano. Pero las palabras que repetimos y apoyamos con nuestro comportamiento pueden lograr cambios, aunque sean a largo plazo.
Aprendamos y enseñemos sinónimos que nos ayuden a crecer como seres humanos y como sociedad. Quizás parezca una solución simplista, pero como diría Eddie, el farmacéutico de la serie de televisión Nurse Jackie:
When you get down to the molecular level of shit, the simplest solution is the right one.
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