Una vez más Puerto Rico rechaza la pena de muerte. BRAVO.
Entiendo que en estos momentos, cuando el crimen llena de luto y desesperación la familia puertorriqueña, es fácil pensar en la pena capital como una solución adecuada; como el castigo correcto ante crímenes atroces y criminales repugnantes. No lo creo.
La pena de muerte es sólo una herramienta punitiva que convierte al Estado en vengador asesino y al pueblo que la aprueba en cómplice silente de ese asesinato de estado. Reconozco que la pregunta obligada no es fácil de contestar: ¿Qué tal si la víctima fuese tu hija o hijo?
Como nunca he vivido ese dolor, posiblemente mi respuesta no tenga valor en este momento. Pero sí conozco la respuesta a la pregunta ¿qué tal si el asesino fuese mi hijo o hija? ¿Apoyaría de manera vehemente el castigo capital?
La pena de muerte solo acrecienta problemas y no provee soluciones ante el crimen. En mi opinión la pena capital solo añade más víctimas inocentes al crimen que pretende ajusticiar.