La culpa siempre es huérfana. Hace unos días compartí una gráfica sobre la deuda pública de Puerto Rico y sus responsables. Hoy leo la columna del periodista Rafael Lenín López y no sé si reír, llorar o vomitar (perdón por la imagen).
Ahora resulta que todos los pasados gobernantes entienden que gobernaron bien y ejercieron su deber fiduciario responsablemente. Lean la columna de Lenín López y quizás dirán como yo: ¡Hay que tener cojones y fuerza de cara! Aquí un resumen:
Ya están todos. Con la visita fugaz de Luis Fortuño y su comparecencia ante la Cámara de Comercio completamos el cuadro. Todos los exgobernadores ya se pronunciaron sobre la crisis fiscal y ninguno, repito ninguno, aceptó una pizca de responsabilidad por los platos rotos. Al parecer se cayeron solos.
Romero Barceló, Hernández Colón, Rosselló, Sila Calderón, Acevedo Vilá y Fortuño. Los seis gobernadores que ha tenido Puerto Rico durante los pasados 40 años han dicho, en síntesis, que lo hicieron bien y que el culpable de la crisis fiscal es el otro. Uno mira este panorama así y realmente es espantoso.
A los seis exgobernadores les planteo seis grandes problemas:
el aumento en la nómina gubernamental por la politiquería de cada cuatro años y con ello un aumento en el gasto público, agravado con las contrataciones externas
obras “faraónicas” sin la capacidad para financiarlas
el desmantelamiento del aparato público: telefonía, salud, puertos, aeropuertos, carreteras, corporaciones públicas, etc., redundando en una reducción de los
recaudos a largo plazo o una carga sobre el Gobierno, como ocurre en los municipios;
corrupción rampante a todos los niveles
malas transacciones en los sistemas de retiro hasta el punto de haberlos llevado a quiebra
préstamos para gastos recurrentes con deficientes políticas fiscales
¿Ninguno acepta la responsabilidad de alguno de estos puntos?